Alerta 400!!! La experiencia de visitar el Illimani
Que pasaría si perdemos el Illimani? Bueno, para empezar la mitad de las canciones paceñas más bonitas perderían su sentido... dejando a los paceños y paceñas sumid@s en una profunda e irremediable melancolía...
Este sábado nos fuimos a visitar el Illimani, el protector de la ciudad, ícono paceño y fuente de inspiración y sobrecogimiento. La excursión "Alerta 400!!!" forma parte de la que ya es una tradición en Reacción Climática, que permite que visitemos un glaciar distinto cada año con todas las personas que quieran sumarse a la aventura y al aprendizaje sobre las amenazas que el cambio climático representa para estos gigantes bolivianos.
El peculiar nombre se debe a que hace no más de un mes la humanidad ha visto por primera vez sobrepasar los límites de concentración de dióxido de carbono (CO2) por encima de los 400 ppm, cuando la comunidad científica está de acuerdo en que el límite de concentración de este gas de efecto invernadero (GEI) para asegurar un clima seguro es de 350 ppm.
El Illimani, como otros glaciares tropicales, ha comenzado a derretirse mucho antes (como unos 15 años) que los glaciares de zonas templadas. Se calcula que ha perdido aproximadamente 21% de su cobertura de nieve en los últimos 46 años. Esto supone que es muy probable que los hijos de muchos de los asistentes a la excursión podrían no conocer el Illimani tal y como lo conocemos nosotros.
Por que pasa esto? El calentamiento global es la razón esencial. Pero la extinción de un glaciar es un proceso muy complejo, y hay muchos motivos detrás del mismo. Uno muy importante es la producción de hollín (carbono negro), como resultado de los chaqueos e incendios forestales. El hollín permanece muy poco tiempo en la atmósfera para después asentarse nuevamente, en este caso, en los glaciares. Esto modifica su índice de reflectividad (todos sabemos que el negro absorbe calor, mientras que el blanco lo refleja), haciendo que se derritan más rápido.
Como nos afecta a nosotros? El agua para La Paz y El Alto viene exclusivamente de glaciares entre un 15 y 27% (y estamos muy cerca de que la demanda de agua supere a la oferta, con la consiguiente crisis de agua para estas dos ciudades), sin mencionar el agua que va a los ríos y la que sostiene la biodiversidad de estos magníficos ecosistemas de montaña. Los bofedales, por ejemplo, son formaciones vegetales que actúan como una esponja reteniendo el agua dulce para la época de sequía. El ganado camélido, base de la economía en estas regiones del altiplano boliviano, está ya sufriendo la perdida de la cobertura glaciar por la reducción de las áreas de bofedal que ésta conlleva.
Y quienes son los culpables? todos lo somos, en mayor o menor proporción. El discurso del gobierno boliviano de que somos responsables de un porcentaje mínimo y despreciable de las emisiones de GEI no toma en cuenta las emisiones por deforestación y cambio de uso de suelo, que hacen que cada boliviano emita mucho más que cualquier otro sudamericano y hasta que un europeo. Sin embargo, el gobierno hace oídos sordos a la destrucción de la amazonía y además de incentivar la deforestación (recientemente hubo un "perdonazo" que no tiene ningún sentido común) ha determinado invertir 400 millones de dólares en la exploración de nuevas reservas de gas y tan sólo 40 millones en los próximos 3 años para la búsqueda de energías alternativas como la solar y la eólica (y con el enorme potencial energético de Bolivia para este tipo de energías más sostenibles, es inaceptable). Fuera del gobierno, nosotros somos también culpables por incentivar el consumo irresponsable con el medio ambiente y la agricultura destructiva al aceptar alimentos que derivan de ella en nuestros platos!
Hay mucho por hacer, pero compartir esta información e invitar a la población paceña a unirse a las distintas actividades que realizamos en pro de un mejor futuro para las generaciones que nos siguen es un gran paso. Estoy segura que tener al Illimani tan cerca, sentir su energía y ver las claras señales del retroceso del glaciar han motivado a más de uno a un cambio de actitudes. Un éxito total.
Reacciona... aún hay tiempo!
Este sábado nos fuimos a visitar el Illimani, el protector de la ciudad, ícono paceño y fuente de inspiración y sobrecogimiento. La excursión "Alerta 400!!!" forma parte de la que ya es una tradición en Reacción Climática, que permite que visitemos un glaciar distinto cada año con todas las personas que quieran sumarse a la aventura y al aprendizaje sobre las amenazas que el cambio climático representa para estos gigantes bolivianos.
El peculiar nombre se debe a que hace no más de un mes la humanidad ha visto por primera vez sobrepasar los límites de concentración de dióxido de carbono (CO2) por encima de los 400 ppm, cuando la comunidad científica está de acuerdo en que el límite de concentración de este gas de efecto invernadero (GEI) para asegurar un clima seguro es de 350 ppm.
El Illimani, como otros glaciares tropicales, ha comenzado a derretirse mucho antes (como unos 15 años) que los glaciares de zonas templadas. Se calcula que ha perdido aproximadamente 21% de su cobertura de nieve en los últimos 46 años. Esto supone que es muy probable que los hijos de muchos de los asistentes a la excursión podrían no conocer el Illimani tal y como lo conocemos nosotros.
Por que pasa esto? El calentamiento global es la razón esencial. Pero la extinción de un glaciar es un proceso muy complejo, y hay muchos motivos detrás del mismo. Uno muy importante es la producción de hollín (carbono negro), como resultado de los chaqueos e incendios forestales. El hollín permanece muy poco tiempo en la atmósfera para después asentarse nuevamente, en este caso, en los glaciares. Esto modifica su índice de reflectividad (todos sabemos que el negro absorbe calor, mientras que el blanco lo refleja), haciendo que se derritan más rápido.
Como nos afecta a nosotros? El agua para La Paz y El Alto viene exclusivamente de glaciares entre un 15 y 27% (y estamos muy cerca de que la demanda de agua supere a la oferta, con la consiguiente crisis de agua para estas dos ciudades), sin mencionar el agua que va a los ríos y la que sostiene la biodiversidad de estos magníficos ecosistemas de montaña. Los bofedales, por ejemplo, son formaciones vegetales que actúan como una esponja reteniendo el agua dulce para la época de sequía. El ganado camélido, base de la economía en estas regiones del altiplano boliviano, está ya sufriendo la perdida de la cobertura glaciar por la reducción de las áreas de bofedal que ésta conlleva.
Y quienes son los culpables? todos lo somos, en mayor o menor proporción. El discurso del gobierno boliviano de que somos responsables de un porcentaje mínimo y despreciable de las emisiones de GEI no toma en cuenta las emisiones por deforestación y cambio de uso de suelo, que hacen que cada boliviano emita mucho más que cualquier otro sudamericano y hasta que un europeo. Sin embargo, el gobierno hace oídos sordos a la destrucción de la amazonía y además de incentivar la deforestación (recientemente hubo un "perdonazo" que no tiene ningún sentido común) ha determinado invertir 400 millones de dólares en la exploración de nuevas reservas de gas y tan sólo 40 millones en los próximos 3 años para la búsqueda de energías alternativas como la solar y la eólica (y con el enorme potencial energético de Bolivia para este tipo de energías más sostenibles, es inaceptable). Fuera del gobierno, nosotros somos también culpables por incentivar el consumo irresponsable con el medio ambiente y la agricultura destructiva al aceptar alimentos que derivan de ella en nuestros platos!
Hay mucho por hacer, pero compartir esta información e invitar a la población paceña a unirse a las distintas actividades que realizamos en pro de un mejor futuro para las generaciones que nos siguen es un gran paso. Estoy segura que tener al Illimani tan cerca, sentir su energía y ver las claras señales del retroceso del glaciar han motivado a más de uno a un cambio de actitudes. Un éxito total.
Reacciona... aún hay tiempo!
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